PERLA BENVENISTE 1943
En los años 60 un nuevo arte, llamado cinético por incorporar el movimiento, desafió al espectador con imágenes que no se esperaba ver en un museo. Cuadros de formas vibrantes, inestables en su composición, máquinas “mágicas” de luz y color interactuaban con los visitantes acercándose un
poco más al modo real en que percibimos: simultáneamente y con todo el cuerpo.
El arte cinético se desarrolla en el espacio y el tiempo. Crea obras abiertas que ocurren ante los ojos activos del espectador. Como en los espectáculos, las obras necesitan del público para completarse.
Umberto Eco, uno de los primeros en reflexionar sobre el arte cinético, afirmó que se trata de una sensibilidad que muestra las formas en su permanente devenir. Perla Benveniste y Eduardo Rodríguez, desde aquellos años y hasta la actualidad, trabajan con máquinas, relieves y esculturas cuya magia consiste en la transformación. Con ingeniosos mecanismos, formas y colores mutan casi al infinito, en una poética metáfora de la vida y su
trascendencia.
Ampliar los sentidos y la imaginación es la propuesta de un arte que aspira a que todos puedan disfrutar de la aventura de la creación y de la belleza. El arte cinético buscó devolver la curiosidad y el goce a las miradas apáticas del hombre masificado del mundo contemporáneo. Como verdaderos magos de la luz y el color, Benveniste y Rodríguez nos involucran en la maravilla y el misterio de la máquina. Un arte que, aún hoy, en la era digital, desafía nuestra percepción y la capacidad de asombro, para dejar que emerja el momento único de una experiencia estética.
María José Herrera
Curadora

‘Azul” Arte cinético óptico
Tubos de Acrílico y técnica mixta en caja de luz con motor